“No ha sido un ensayo revolucionario para exportar al resto del territorio”


La policía considera que los incidentes en el barrio de Gamonal (Burgos) durante las protestas que han logrado parar las obras del bulevar no constituyen “un ensayo revolucionario exportable al resto del territorio nacional”. Un informe del pasado 17 de enero tras la sucesión de disturbios desencadenados después de las manifestaciones pacíficas de los vecinos concluye que los actos violentos fueron provocados fundamentalmente por “integrantes del colectivo anarquista burgalés” y que los representantes vecinales intentaron en todo momento evitar los altercados.
La Comisaría Provincial de Burgos ha elaborado informes sobre la génesis del caso del barrio de Gamonal. Su principal conclusión es que, además de no tratarse de un “ensayo revolucionario”, los hechos tampoco respondían “a un patrón de lucha ya empleado en otros conflictos” que “estuviese destinado a ser extrapolado a otras circunstancias o lugares”.

El informe explica que la extensión de las protestas a otras ciudades españolas se debe “fundamentalmente a la presencia importante de la Asamblea Gamonal 15M en las movilizaciones, que ha buscado apoyo a través de su propia estructura ya creada y consolidada en años anteriores”. Los policías burgaleses entienden que el 15M ha intentado que “una movilización por un problema casero y técnico” se convirtiese “en un movimiento social a nivel nacional en contra de la clase política, la banca y, en general, con los mismos objetivos del movimiento, manteniendo el estado de tensión para que el movimiento iniciado no muera por sí mismo”.
El documento detalla la génesis en 2013 de la llamada Plataforma Ciudadana Contra el Bulevar de la calle Vitoria y cómo en sus asambleas se fue colando un número creciente de “elementos anarquistas de la ciudad, una de cuyas sedes o lugares de reunión se encuentra, precisamente, en el barrio de Gamonal”. Los agentes detallan las fechas de las asambleas así como sus asistentes. Por ejemplo, se precisa que en la primera, celebrada el 6 de noviembre de 2013 en la Casa de la Cultura de Gamonal, acudieron “un total aproximado de 800 personas”.
Los funcionarios destacan que las manifestaciones de finales de 2013 fueron todas comunicadas a la Subdelegación del Gobierno en Burgos y se desarrollaron “siempre sin que se produjeran incidentes”. Sin embargo, “a medida que se aproximaba el inicio de las obras”, en las asambleas convocadas ya en la Parroquia la Inmaculada se fueron “radicalizando las posturas” y en los actos públicos “fueron tomando protagonismo personas vinculadas al partido Izquierda Anticapitalista, anarquistas y militantes de la asamblea Gamonal 15M”. Esta presencia se hizo mayor con la disolución de la plataforma para desvincularse de los actos violentos que provocaron 46 detenciones.
Los agentes achacan a los anarquistas “el dirigismo en los desórdenes públicos”. La policía subraya que los anarquistas acudieron a las asambleas de forma “importante y planificada”, previa reunión en sus locales para coordinarse, y que tras las manifestaciones “impulsaban y daban origen a los incidentes” y “de forma inmediata desaparecían de la zona”. “Igualmente se ha observado la presencia, sin bien de forma no destacada”, de elementos de Resaca Castellana y de Colectivo de Jóvenes Comunistas.
El informe, con un toque sociológico, insiste en que no se han detectado radicales de fuera de Burgos en las protestas. Y dice que si entre los arrestados había “algunas personas no originarias del barrio” (dos ciudadanos marroquíes, dos colombianos, un boliviano y un ecuatoriano) se debe a la “propia extracción del barrio”, con una fuerte presencia de personas de esos países, que tienen una “implicación personal” en todo lo que atañe a Gamonal.