Un día para recordar



Serena y Juan caminan por el terminal del aeropuerto Logan en Boston sin decirse una palabra. Juan ha registrado sus maletas y tiene una de mano consigo. Se está alistando para abordar un vuelo hacia California, para un proyecto a corto plazo en el que está trabajando.

"Bueno, creo que es aquí donde nos decimos adiós", dice Serena con un suspiro. "Que tengas un buen vuelo."

"Gracias", responde Juan en voz baja. Él le da un abrazo. "De verdad, no sé qué haría yo sin ti. Gracias por venir al aeropuerto conmigo. Tú sabes cómo me pongo de nervioso antes de un vuelo.
Serena se esfuerza en sonreír y le entrega su abrigo. "Mira, que no se te olvide esto." Ella se voltea y comienza a caminar.

"Serena, ¿puedes esperar unos minutos? Mi vuelo no sale todavía."

Serena mira hacia atrás. "Me tengo que ir. Voy a llegar tarde al trabajo." Eso no era del todo cierto, pero no podía pensar en ninguna otra excusa para irse en ese momento.


"Por favor, tengo algo que necesito decirte y no puede esperar hasta que vuelva del viaje. ¡Por favor!"
"Está bien, ¿qué pasa? Tienes dos minutos" dice ella mientras mira su reloj impacientemente.
"Escucha, yo se que estás enojada conmigo acerca de… bueno… todo lo que ha pasado en los últimos diez años… tal vez más."

"¿Qué te hace creer eso?", pregunta sarcásticamente Serena, levantando una ceja.

Juan baja la cabeza y asiente. "Por supuesto, me merecía eso.  Sólo quiero decir que siento mucho... tú sabes, todo, y..."

Serena pone los ojos en blanco. "¿Todo? Tendrás que ser más específico. ¿Te refieres a las veces que me usaste y rompiste mi corazón, o al hecho de que ahora estás saliendo con la mujer que me arruinó la vida? ¿Debo continuar?"

Serena rolls her eyes. "Everything? You'll have to be specific. Are you referring to the times you used me and broke my heart, or the fact that you are now dating the woman who ruined my life? Shall I go on?"

"No, no por favor. Yo sé cuánto daño te he hecho. Sólo quiero que sepas que voy a ser diferente desde ahora. Melissa y yo terminamos. Me doy cuenta ahora que tú eres la persona para mí. Siempre has estado ahí para apoyarme. Simplemente nunca me di cuenta de lo perfectos que somos juntos."
"Oh, ¿entonces Melissa te dejó y ahora me quieres de nuevo? Eso suena familiar.  Háblame cuando vuelvas de tu viaje. Estoy segura que para entonces habrás encontrado a alguien más."

"No, no es así. Yo terminé con Melissa hace más de un mes. Solamente no te dije nada porque no quería que pensaras que te estaba usando de nuevo. Pero ahora estoy seguro de con quién quiero estar. Eres tú, siempre has sido tú. Simplemente era demasiado estúpido para darme cuenta. ¿Crees que algún día podrías amarme de nuevo?"

El corazón de Serena comienza a latir rápido pero ella mantiene la calma. "Mira", dice ella, "pareces estar un poco confundido. Por qué no te vas para tu viaje de trabajo y te tomas esos 3 meses para pensar en lo que quieres de verdad y ver si todavía sientes lo mismo por mí cuando vuelvas. Yo simplemente no quiero pasar por lo que pasé la última vez. Estamos en el aeropuerto. No hagamos esto ahora."

"Yo quería esperar hasta volver pero algo me dice que tengo que hacerlo ahora. No quiero volver de California y darme cuenta que es demasiado tarde y que perdí mi oportunidad." Él mete la mano en el bolsillo y saca un anillo. "Compré esto para ti hace 2 semanas. Lo he estado cargando en mi bolsillo esperando el momento adecuado. Éste tal vez no sea el momento adecuado pero tengo que decirlo. Te amo Serena y quiero casarme contigo. Si encuentras en tu corazón el poder perdonarme por todas las veces que te he herido y amarme de nuevo, te juro, usaré el resto de mi vida para tratar de compensarte."

Serena se queda ahí por un momento, atónita. Ella ha estado esperando más de 10 años para escuchar eso. Desde el día en que se le cayó al piso el almuerzo, en la cafetería de la secundaria, ella había fantaseado con Juan proponiéndole matrimonio. Todos los otros niños se habían reído, pero Juan calmadamente había recogido su bandeja y puso su sándwich sobre ésta. "¿Te gusta el de queso asado?" había preguntado él como si nada hubiera pasado.

 "A mí no me gusta, pero mi mamá me empacó uno de todas formas. Puedes comerlo si quieres". Ella se había dado cuenta más tarde que él había mentido, sólo para hacerla sentir mejor por comerlo. Desde entonces, ellos habían salido juntos y se habían separado por lo menos cuatro veces, pero él nunca le había dicho que la amaba.

"¿Te casarías conmigo?" Juan continúa, "entiendo si necesitas pensarlo. Y si la respuesta es no, lo entenderé también. Yo sé que esto es repentino y como ya lo mencioné, había planeado decírtelo cuando volviera, pero de un momento a otro siento que... Simplemente no me puedo subir a ese avión sin decirte lo que siento."

"¡SÍ!", grita Serena en su mente. "¿QUÉ CREES? ¡HE ESTADO ENAMORADA DE TI DESDE QUE TENÍA 16 AÑOS!"

La gente alrededor de ellos está ahora susurrando y tratando de no mirar la pareja.

Ella finalmente logra hablar. "Mira Juan, esto es un poco... abrumador. Por favor, pon el anillo en tu bolsillo. Necesito un poco más de tiempo para asimilar todo esto. No quiero que pierdas tu vuelo."
"¡Al infierno con el vuelo! Puedo tomar otro vuelo. ¡Puedo conseguir otro trabajo! ¡Sólo dilo y cancelaré mi vuelo ahora mismo!"

"¡No seas tonto!", dice Serena moviendo la cabeza de un lado a otro y sonriendo. "No te voy a dar una respuesta aquí en el aeropuerto de todas maneras. Simplemente súbete a ese avión y hablaremos cuando vuelvas, ¿está bien?"

Ellos se dan un largo y fuerte abrazo. "Voy a volver cada fin de semana para que podamos pasar tiempo juntos", promete Juan.

"¡Más te vale!" Serena lo mira y ríe. "¡Vete! O perderás tu vuelo."

"Está bien, está bien", responde Juan riendo. "¡Te veo este fin de semana!"

Serena limpia una lágrima del ojo mientras que mira cuando él se va apresuradamente para alcanzar su vuelo. Ella mira su reloj. Son las 7:30 de la mañana del martes. Tres días y medio para volverlo a ver. Cuando sale del terminal del aeropuerto se siente abrumada por la emoción y comienza a sollozar de pura alegría. Camina hacia la fila de taxis que esperan pasajeros y se sube a uno. El conductor del taxi la mira sorprendido. “¿Está bien señorita?”

Ella se ríe y se limpia las lágrimas con un kleenex de su bolso. "No podría estar mejor. Me levanté esta mañana y no tenía idea de que hoy, el hombre que he amado y añorado por más de 10 años me propondría matrimonio. No creo que mi vida volverá a ser igual."

El conductor del taxi sonríe y asiente. "¡Eso es maravilloso señorita! Todos tenemos días que cambian nuestras vidas para siempre. Para usted, el 11 de Septiembre del 2001 será uno de esos días. Entonces... ¿dónde la puedo llevar esta extraordinaria mañana?"

Al lector:


Para aquellos de ustedes que no están al tanto, en la mañana del 11 de septiembre del 2001, alrededor de las 8am, dos aviones de pasajeros despegaron del Aeropuerto Internacional Logan en Boston hacia Los Ángeles. Éstos fueron secuestrados por terroristas y se estrellaron contra el World Trade Center en la ciudad de Nueva York. No sabemos si Juan estaba en uno de esos aviones, pero de un modo u otro para Serena, éste será un día para recordar.