Alba de mi silencio

En ti me he silenciado... 
El corazón del mundo 
está en tus ojos, que se vuelan 
mirándome. 

No quiero levantarme de tu frente fecunda 
en donde acuesto el sueño de seguirme en tu alma. 

Casi me siento niña de amor que llega hasta los pájaros. 
Me voy muriendo en mis años de angustia 
para quedar en ti 
como corola recién en brote al sol... 

No hay una sola brisa que no sepa mi sombra 
ni camino que no alargue mi canción hasta el cielo. 

¡Canción silenciada de plenitud! 
En ti me he silenciado... 

La hora más sencilla para amarte es ésta 
en que voy por la vida dolida del alba.


Julia de Burgos

La vida de Julia de Burgos fue intensa y definitivamente breve, aunque sin duda esta escritora puertorriqueña dejó un legado indispensable para la poesía. Nació en 1914, en el seno de una familia muy humilde; fue la única de trece hermanos en realizar estudios secundarios. Se graduó como maestra en la Universidad y comenzó a trabajar, realizando actividades sociales. Fue una activa promotora de la liberación de la mujer; a los 22 años de edad se unió al grupo Hijas de la libertad del Partido Nacionalista de su país, y estuvo a cargo del discurso La mujer ante el dolor de la Patria. En el año 1940 tuvo una experiencia muy positiva en Nueva York, donde recibió el merecido reconocimiento por su trabajo; sin embargo, cuando trece años más tarde Julia se dejó ahogar por el alcohol, esta misma ciudad enterró su cuerpo en una tumba anónima.
Burgos publicó dos poemarios y dio a conocer varias poesías sueltas; tras su fallecimiento, se editaron algunos libros más. La fuerza y profundidad tan particulares de esta brillante poetisa se pueden apreciar en "El mar y tú", "Poema perdido en pocos versos" y "Yo fui la más callada". Por otro lado, son también de su autoría los dramas cortos "Llamita quiere ser mariposa", "Paisaje marino" y "Coplas jíbaras para ser cantadas".